domingo, 26 de enero de 2020

¿Qué es el Efecto Red?

Muchos de nosotros estamos muy familiarizados con el uso de aplicaciones que nos facilitan la vida en diversos aspectos. 


Usamos Uber para transportarnos, Airbnb si queremos alojamiento, Glovo si tenemos hambre, o Mercado libre si necesitamos comprar algo desde la comodidad de nuestro hogar.

Pero ¿qué tienen en común todas estas aplicaciones? Pues que ninguna funcionaría sin el llamado Efecto Red

Seguramente ya debes estar imaginándote que es el Efecto Red, pero para que confirmes que estás en lo correcto aquí te dejo una definición: El Efecto Red o Network Effect en inglés, es el valor incremental que genera un producto o servicio a medida que más usuarios (ofertantes y demandantes) deciden usarlo. Vale decir que mientras más personas usen dicha aplicación, mayor será el valor que puede ofrecer la misma.

Un claro ejemplo son las redes sociales, que mientras más usuarios se unen a ellas, se hace más atractiva para las marcas que quieren anunciar en ellas, y esto a su vez genera que también se haga más atractiva para los usuarios actuales y los nuevos que se integran debido a un mayor y mejor contenido. En pocas palabras, se crea un circulo virtuoso donde todos se benefician, usuarios o demandantes y anunciantes u ofertantes. Un “win to win” completo.

Otro buen ejemplo son los Marketplaces como Mercado Libre, OLX, Amazon, etc. Estas plataformas se hacen más atractivas para los que quieren comprar y para los que quieren vender a medida que más usuarios de ambos bandos se unen a sus filas. A más compradores, más atractiva para los vendedores y a más vendedores, más atractiva para los compradores.


La importancia de este concepto es clave para el éxito o fracaso de las plataformas que buscan monetizar sus propuestas, ya que una plataforma que no logre generar este circulo virtuoso de manera lo suficientemente rápido, verá muy complicado alcanzar la masa crítica que le permita sobrevivir financieramente.

Asimismo, estas plataformas deben ser escalables, es decir, que la adquisición de nuevos usuarios se logre de manera orgánica y exponencialmente, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero para esto. Si el costo de adquisición de un nuevo usuario es mayor al valor que este genera a través del efecto red, estaremos ante un mal negocio.

Para terminar, el circulo virtuoso que genera el efecto red no es eterno, y se puede convertir en un circulo vicioso cuando se empieza a perder usuarios. Esto se genera si las barreras de entrada no son lo suficientemente fuertes, no se innova con la frecuencia que el mercado lo exige, o el ciclo de vida de la propuesta ha llegado a su fin. Pero como todo en los negocios, esto también se puede planificar y asumirlo como parte de todo proyecto que tiene un inicio y un final.

domingo, 19 de enero de 2020

Capitalismo consciente, ¿es la solución?

Durante los últimos meses del 2019, Latinoamérica asistió a una serie de protestas generalizadas en varios países de la región. 



Si bien es cierto la raíz de estas protestas fueron diferentes en cada país, se podría decir que estás comparten ciertas causas comunes: desconfianza en el sistema político y económico tradicional, descontento por parte de la clase media, que no concilia sus expectativas con la realidad, y una clase política que no está alineada con las nuevas necesidades y expectativas de la población. A esto podemos sumar los graves casos de corrupción generalizada en el aparato público y privado, que privilegian intereses propios en contra del bienestar común.

A raíz de todos estos males, las brechas económicas y las desigualdades sociales se han ido ensanchando cada vez más. Los ricos cada vez son menos pero más ricos y los pobres cada vez son más y más pobres. 

Lamentablemente el sector privado ha tenido mucha responsabilidad en este problema, ya que en muchos casos han actuado de forma maquiavélica priorizando la “rentabilidad” en contra del bienestar de la comunidad o stakeholders.

Frente a esta triste realidad, surge el movimiento “Capitalismo Consciente”, un concepto que cree que la libre empresa es el más poderoso sistema de cooperación social y progreso humano y que se puede ir más allá si se explota su potencial para hacer un impacto positivo en el mundo. En este modelo económico, el protagonismo lo tienen los stakeholders, donde los beneficios son para el inversor, trabajador, cliente, proveedor, sociedad y medio ambiente y el fundamento en la empresa es la rentabilidad, las personas y el planeta en general.

Los creadores de este movimiento son Raj Sisodia, académico y autor de numerosas obras y John Mackey, fundador y CEO de Whole Foods Market. 



Este movimiento se basa en 4 principios básicos:

Propósito: Las empresas conscientes tienen objetivos profundos que van más allá de la rentabilidad. Tienen un propósito elevado que inspira e implica a los empleados, clientes, proveedores, socios, etc.

Liderazgo: En los negocios conscientes, el “nosotros” sustituye al “yo”. Los líderes se convierten en guías de los equipos, trabajan por el propósito superior de la compañía y se apoyan en valores como la confianza y el respeto.

Cultura: Las empresas conscientes se apoyan en la cultura como motor de éxito. Responsabilidad, confianza, transparencia, igualdad, integridad, etc. son valores que sirven como pilares de la propia estructura organizacional y que representan el eje conductor de la actividad empresarial.

Stakeholders: Las compañías conscientes no solo tienen que rendir cuentas ante los inversores, sino aportar valor a toda la sociedad. Estas empresas desarrollan estrategias “win to win” que generan más valor a largo plazo.